Muchas veces pensamos y esperamos que las señales del Cielo lleguen en forma de visiones, de apariciones, de momentos extraordinarios, etc. Pero no es así. Las señales las ponen frente a nosotros de la manera más simple y no nos damos cuenta!
Dedicado a Daniela Vargas, compañera de historias
Una pequeña y real historia
Este fin de semana, salía a realizar una labor muy especial, junto con una amiga y compañera especial, siempre en búsqueda de aprendizaje para mi crecimiento personal, con la idea fija y la seguridad de que esa labor la realizaría con éxito en ese lugar específico.
Sin embargo, antes de salir de viaje, tenía un miedo e incertidumbre que no sabía cómo explicar. De hecho, pude darme cuenta luego que era la primera señal para no continuar con lo planeado.
Durante la espera en la sala de abordaje, un señor misterioso, elegante y en silla de ruedas se nos acerca y nos pide de la forma más extraña que le regalemos el nombre de dos familiares, porque según él , era especialista en caligrafía y, nos quería hacer una demostración con esos dos nombres…..de inmediato nuestra respuesta a su petición fue negativa, a lo que el señor se va, merodea alrededor y observamos que a nadie más le ofrece este “servicio”….segunda señal….hacemos caso omiso y continuamos con el proceso de viaje.
Vuelo aplazado, avión fallido dos veces al despegar…. Tercera y cuarta señal…en este punto todo se nos hizo demasiado obvio, pero tuvo que pasar cuatro señales para darnos cuenta que ese no era nuestro destino!
Desde la primera señal, “Miedo e incertidumbre”, estaba clarísimo que la labor planeada no la podía realizar…que pasó? Luego de meditarlo y sacar varias conclusiones , lo primero que debí haber hecho fue escuchar mi intuición, porque cuando hay inseguridad, ansiedad y temor, por más mínimo que sea es porque realmente no es bueno hacerlo, Dios te está hablando…en mi caso, fue clarísimo esa señal…pero, no la ví.
Estas señales fueron sencillas y básicas, sin apariciones ni destellos extraordinarios; me hablaron en mi lenguaje y yo continué….hace falta algo más para que dude que la asistencia de Dios siempre está aquí? Noooo…es clarísimo, cuando no veo la señal, Dios se vale de muchas otras para que entiendas, escuches, obedezcas…
Nuestra decisión bien pudo ser la de haber continuado con lo planeado y seguramente la experiencia no hubiera sido muy grata, o el aprendizaje hubiera sido mayor….sea cual sea la consecuencia que hubiera traído, hoy doy gracias a Dios por habernos entregado tantas señales que significaban: “No viajes!” y con ellas la oportunidad para verlas.
El mensaje está claro, El nunca te desampara, pero al final quien decide eres tú
Namasté!
Laura Rios V