…y se llegó el dia en que las respuestas se resumian en una sola: La reencarnación sí existe…
Como alma humana que soy, como elemento tierra que cubre mi cuerpo, como elemento agua que corre por mi sangre, como aire que envuelve mi éter y como fuego que activa mi espíritu, asi me siento yo: completamente presente en el presente, porque el pasado y el futuro no existe….
Y si no existe el pasado ni el futuro, pensaria entonces que tampoco existe el tiempo…asi es?…pues como mente humana hemos dado definiciones y “tiempos” a las cosas, a las situaciones, a los eventos, a nosotros mismos….todo para el humano debe tener un principio y un final…y si no fuera así?
En contenidos anteriores hemos hablado de la Fuente Creadora y de su nivel Infinito….también hemos dicho que somos esencia de Dios, somos parte de Dios…. Hey: entiendes eso? somos PARTE DE DIOS… y Dios es infinito, nuestra alma es infinita, por lo tanto el alma no tiene principio ni fin, es decir: la muerte no es el fin, el nacimiento tampoco es el principio, y nuestro cuerpo? pertenece a la materia, pero, es un vehículo que nos sirve para transportar nuestra alma infinita……nuevamente: al igual que Dios, somos infinitos.
Hablar de karma y de vidas pasadas, es realmente hablar del mismo presente, y si, precisamente en este presente desde el cual te estoy hablando, existe un campo a mi alrededor, y a tu alrededor también está…son campos donde tenemos la combinación de vidas paralelas, en los cuales vamos limpiando y resarciendo karmas y vidas pasadas al tiempo…no es maravilloso?
Si entendiéramos el poder que tiene nuestra alma infinita, y la profundidad de nuestra existencia, entenderíamos también que somos creadores de realidades, participantes de mundos, dimensiones y planos, con roles distintos, personalidades cambiantes, culturas combinadas, y a partir de esto nuestra única alma debe adaptarse a lo que vamos escogiendo vivir a lo largo de tantas vidas…..que viene siendo la misma!…complicado verdad? Pero tiene todo el sentido. No hay una sola alma que habite este planeta que no pertenezca bajo el cobijo del infinito, de la vida tras vida, del poder de trascender: no la hay.
Algunos nos daremos cuenta mas tarde que otros que el propósito por el que nacemos en el ahora hace parte de un Plan mucho más Magnificiente que “nacer y morir”; esto, es sólo una pequeña parte de lo que nos presenta la eternidad.
Con amor,
Laura Ríos V